viernes, 21 de noviembre de 2008

TU ESPALDA ME DESQUICIA!

Te busco y no te encuentro, te has ido de mí, desde adentro, y no te fuiste solo, te llevaste algo que me dejó vacía, algo que no estoy segura de que es, pero que sé que me falta y no puedo recuperar. La noche inundó de oscuridad el baúl de mis secretos que es tu habitación, el momento propicio para ser uno, y la luz de luna me dejó ver parte de tu espalda desnuda, pude contar tus lunares y me perdí en tu tatuaje, en un viaje sin fin que acabó con la llegada del primer rayo de sol en mi cara, voltié a mirar desconfiada, y ya no estabas.

No me atreví a gritar tu nombre, sería en vano llamarte, la música que envuelve tus oidos no te permite escucharme, la canciones que canto me ayudan a no nombrarte. El piso se siente tan frío cuando tus sandalias no estan y debo caminar descalza, no encuentro tu camiseta y el viento me eriza la piel, cierro la ventana para no dejar escapar tu olor, mejor que se impregne en mi ropa, en mi cabello, en mí.

Tal vez deba buscarte, o almenos llamarte. Tal vez deba dar un poco más, o quitarte un poco menos. Tal vez deba aprender a aferrarme más a ti, o dejar que te aferres a mi cuerpo mientras duermo, tal vez...tal vez.

Dime si te veré de nuevo, dime si la luna me dejará contar tus lunares otra noche y podré perderme más y más en tu tatuaje, dime si tu olor esta vez no se irá y se quedará del todo, dime que el primer rayo de sol no llegará con tu ausencia, dime en esencia que podré decir tu nombre en la mañana y vendrás a mí, que no te irás, que ya no quiero que te vayas, ya no lo necesito, ahora estoy lista, pero aún no puedo decirlo.

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